Muchas gracias, Cristina, por el masaje integral de ayer, lleno de sensaciones y de matices en el que, gracias a tu entrega, generosidad y amor incondicional hacia todos los seres, además de sentir cada parte de mi cuerpo, percibí que no me juzgabas en ningún momento de forma que me sentí aceptado, valorado e integrado en el universo.
Pues, a la sala no le faltaba detalle. El masaje, en sí, está muy bien estructurado y desarrollado sin ningún break y las manos y la mirada de Cristina son un regalo. Después del masaje lo que mas me ha gustado es que me siento mas respetuoso con los demás y mas abierto y sensible.
Y, lo mejor es que, pasadas 24 horas, esos efectos siguen perdurando.
Un abrazo largo y profundo